Historia de la tarta de golf

Hace unos días, vino mi vecina y amiga Sonia, a contarme que el director de la oficina en la que trabaja, se jubilaba, que le iban ha hacer una fiesta sorpresa de despedida y si quería hacerles una tarta.

El tema, ella lo tenia claro, porque el hobby de Antonio (así se llama el presunto jubilado), es jugar al golf, y quería que le hiciera una tarta que representara un campo de golf.

Yo no tengo ni idea de lo que es un campo de golf, porque aunque lo he visto, como no entiendo el juego, no se las diferencias que existen en le paisaje, que están íntimamente relacionadas con el juego. Ella me hablaba de representar el green, y no se que mas cosas, y yo pensaba el green que?. Así que le dije: Tu no te preocupes que se lo que quieres y te haré una cosa que este bien.

Ella, le había dicho a sus compañeros, que se encargaba de la tarta y que iba a ser una pasada, un campo de golf, precioso.

Ante esto, tenia que ponerme manos a la obra e intentar suplir mi desconocimiento del juego y el 

 terrero, con algo que resultara lo suficientemente "gracioso, y llamativo", para que no importara si efectivamente se representaba un campo de verdad o no. Y este ha sido el resultado.

 Un jugador muy concienzudo, midiendo la distancia al hoyo, la fuerza del viento, y yo que se, que mas cosas.

 

Un carrito, para llevar los palos, y no tener que andar mucho, que ya esta uno jubilado.

Y por fin, un campo? de golf.

Esta mañana, he hablado con Sonia, y me ha contado que la fiesta sorpresa fue un éxito, que Antonio no se imagina nada en absoluto, que lo pasaron estupendamente, y Uff, que la tarta gusto a todo el mundo, no solo el diseño, sino también el relleno. "Menos mal".

Así, que yo, tan contenta.